Mecánicas acuáticas…
Gran Premio de Viena (1966), prueba disputada en el circuito de Aspern (2,6 km) e incluida en el Campeonato de Europa de Turismos (Grupos 2).
Bajo el intenso chaparrón y rodando en una posición inhabitual observamos al recordado volante holandés Frans Lubin con su afinado (bello e inmaculado) Ford Cortina Lotus 1.6 preparado por Alan Mann (175 CV/750 kilos). Acosado por problemas mecánicos se clasificará 16º en su División.
Tras Lubin y a su estela, difuminados por la lluvia, le atosigan el Alfa Romeo GTA 1.6 Autodelta (170 CV/760 kilos) de Alessandro Moncini (“Jolly Club”) y el acorazado Mercedes 300-SE 3.0 (200 CV/1.450 kilos) del piloto independiente Albert Pfuhl. Aguantará las embestidas de ambos contendientes aunque Pfuhl será 14º y Moncini, con contratiempos de motor, terminará 17º…
Pero cerrando el pelotón, soslayando las cortinas de agua y a punto de rebasarlos a todos ellos, Claudio Maglioli (“HF Squadra Corse”) y uno de los aún competitivos Lancia Flavia Sport Zagato 1.8 (130 CV/995 kilos) logrará terminar 8º de la General.
El piloto tinerfeño Robert Spencer, en sus años mozos y mucho antes de incorporarse al departamento técnico de la Rootes británica, mantuvo una estrecha amistad con el prestigioso conductor holandés Maurice “Maus” Gatsonides (1911-1998; a la derecha de la imagen). En varias ocasiones le asistió como cronometrador particular en rallyes europeos, especialmente cuando “Maus” compitió en el departamento deportivo -aún incipiente- del Grupo Rootes. Spencer, en las tertulias que mantiene en su domicilio del Puerto de la Cruz (Tenerife), muestra a sus invitados una exhaustiva información gráfica de las andanzas deportivas (y de aprendizaje) que mantuvo con el equipo del ilustre holandés. En la imagen, con tintes kafkianos, apreciamos a Gatsonides, en compañía de su copiloto Peter Worledge, minutos antes de iniciar el XXIII Rallye de Montecarlo (1953). Tenían por delante 3.300 km. de singladura en una edición que se caracterizó por la ausencia de nieve, al menos por la cantidad acumulada con respecto a ediciones pasadas. Lo que animaría a una participación récord: 440 equipos inscritos, 404 salidos y 346 clasificados. Una barbaridad… Lo de kafkiano nos remite al voluminoso (e imposible, para algunos) vehículo con el que Gatsonides se adjudicaba el Rallye de Montecarlo: un mastodóntico Ford Zéphyr MK.1 Saloon con porte señorial. La máquina cuenta con un motor de 2.3 litros y 6 cilindros, apenas superan los 75 CV y arrojan 1.150 kilos. Gatsonides y Worledge ponían el resto: mucho ardor en la conducción con un ojo clínico en los cronómetros, especialmente en una época en que los controles horarios y la regularidad pura era casi demencial y obsesiva,
Célebre competición de biplazas y GT que se disputaba anualmente en el circuito holandés de Zandvoort.
El británico David Piper (Nº 6; Ferrari 250-LM con motor V12 de 3.3 litros y 325 CV) está emparedado por los Ford GT-40 (propulsores V8 de 4.7 litros y 340 CV) de los australianos Paul Hawkins (Nº 1) y John Raeburn (Nº 3). Hawkins se adjudicará la carrera por delante de Piper mientras que Raeburn finalizará 7º de la General. Pese a no ser puntuable para el Campeonato de Marcas, el legendario Trofeo de Las Dunas tuvo una prestigiosa representación de las principales marcas y escuderías europeas..
Campeonato de Gran Bretaña de Turismos (1966) se iniciaba con la reforma de la reglamentación: preparaciones de Grupo 5 con modificaciones radicales en motores, transmisiones, cajas y suspensiones. Todo vale. Los antiguos Turismos ingleses de Grupo 2 quedarán obsoletos en un certamen nacional -un total de 9 pruebas puntuables- aún más picante y pendenciero. En la Agrupación-B (vehículos comprendidos entre los 1.001-1.300 c.c.) los Ford Anglia Super 1.3 preparados por la “Superspeed Conversions Ltd” (122 CV/710 kilos) y los Austin Cooper S 1.3 oficiales de la “Cooper Car Co.” (125 CV/610 kilos) se despedazaron entre sí. Los Anglia tuvieron su temporada de gloria (Mike Young ganó la División en 4 carreras) aunque John Rhodes (2 victorias) se alzaba con el campeonato en la División y sería subcampeón absoluto en Conductores…tras John Fitzpatrick y un Ford Anglia 1000 preparado en la División-A por Broadspeed. Los ingleses y sus sistemas de puntuaciones y coeficientes -galimatías tradicionales- beneficiaban o perjudicaban las actuaciones vividas en las pistas. En la excelsa fotografía, tres pilotos de la División-B compiten en la carrera puntuable de Silverstone (34 vueltas) en donde John Rhodes (Nº 21; Austin Cooper S 1.3) intenta liberarse de la presión ejercida por Mike Young (Nº 29; Ford Anglia Super 1.3) y, más rezagado, Tony Lanfranchi (Nº 26; Morris Cooper S 1.3 del “Alexander Enginnering Co.”). Victoria in extremis de Young (1 hora, 04’59”6) sobre Rhodes (1 hora, 05’00”2) quedando Lanfranchi 3º a una vuelta de los exhaustos contendientes.
Penúltima prueba valedera para el Campeonato del Mundo de Marcas.
Joakim Bonnier (más conocido por los aficionados como “Jo” o “JoBo”). (Estocolmo, 1930-Le Mans, 1972).
Iniciado en su país sobre competiciones sobre pistas de hielo, fue uno de los mejores conductores de Sport-Prototipos, simultaneó la Fórmula 1 y presidió (1963-1971) la F1 Grand Prix Drivers Association, entidad que vela por la seguridad y los intereses de los pilotos en la modalidad (extremó -y exigió- las medidas de seguridad en los autódromos en unos años caóticos al fallecer en carrera 12 compañeros). Integrante y fundador de su propia escudería (“Ecurie Bonnier”) -ver imagen-. A los mandos de un Lola-Chevrolet T-70 MKIII GT (motor V8 de 5.0 litros, 480 CV/6.800 vueltas, 820 kilos y caja Hewland LG-600 de 4 velocidades) -tuvo como compañero a David Prophet aunque éste no llegó a sustituirle al volante-, Bonnier quedó 5º en los entrenamientos aunque en la competición oficial (adjudicada por Jo Siffert-Porsche 908) se retiraría en la vuelta 85 por una persistente fuga de combustible. Bonachón, carismático y considerado como un embajador de buena voluntad en el mundillo de la F1, se mataba durante el transcurso de las 24 Horas de Le Mans (1972) tras sufrir una violenta colisión contra un prototipo rezagado. D.E.P. / R.I.P.