Bonita panorámica, en cinemascope y multicolor, del danés Leif Pedersen con uno de sus primeros NSU TTS 1000 (Grupo 2; 120 CV) del “Motor Depotet Team”.
En el corto trazado del circuito de Jylland Ringen (Dinamarca; 1.674 metros) disputa el “Metzeler Cup” (1970), tercera prueba puntuable para el Campeonato Nacional de Velocidad. Se clasificará 5º de la General (1º entre los 1.000 c.c.) tras los Austin Mini Cooper S 1.3 de Erik Hoyer, Ib Volding, Steffen Nielsen y del Ford Escort 1300-GT (motor BDG) de Tom Belso.
Mecánicas acuáticas…
Gran Premio de Viena (1966), prueba disputada en el circuito de Aspern (2,6 km) e incluida en el Campeonato de Europa de Turismos (Grupos 2).
Bajo el intenso chaparrón y rodando en una posición inhabitual observamos al recordado volante holandés Frans Lubin con su afinado (bello e inmaculado) Ford Cortina Lotus 1.6 preparado por Alan Mann (175 CV/750 kilos). Acosado por problemas mecánicos se clasificará 16º en su División.
Tras Lubin y a su estela, difuminados por la lluvia, le atosigan el Alfa Romeo GTA 1.6 Autodelta (170 CV/760 kilos) de Alessandro Moncini (“Jolly Club”) y el acorazado Mercedes 300-SE 3.0 (200 CV/1.450 kilos) del piloto independiente Albert Pfuhl. Aguantará las embestidas de ambos contendientes aunque Pfuhl será 14º y Moncini, con contratiempos de motor, terminará 17º…
Pero cerrando el pelotón, soslayando las cortinas de agua y a punto de rebasarlos a todos ellos, Claudio Maglioli (“HF Squadra Corse”) y uno de los aún competitivos Lancia Flavia Sport Zagato 1.8 (130 CV/995 kilos) logrará terminar 8º de la General.
Uno de los miembros de la mítica saga familiar de los Walfridsson, el sueco Lars-Erik (1955), siempre ligado a Volvo como piloto titular y Campeón de Europa de Conductores de Rallycross (1980) a los mandos de un Volvo 343-Turbo (más de 300 CV sobre el pedregal).
Curiosamente, Lars-Erik Walfridsson disputó en 1987 varios rallyes belgas valederos para el Campeonato de Europa de Rallyes. Lo inició sobre un Renault 5 Turbo en el IV Rallye Wallonie (2º de la General) pero sustituyó la máquina francesa por el aparatoso Volvo 240-Turbo (soplado hasta los 320 CV capaz de impulsar una mole de 1.200 kilos) con el que se clasificaría 4º Scratch (XXVIII Rallye Omloop Van Vlaanderen) o 5º (XI Rallye Van Looi)…
En la imagen, Walfridsson y el monstruoso Volvo 240-Turbo -siempre copilotado por el belga Guy Briesen- afrontan el XVI Rallye Lotto-Haspengouw (Bélgica, 1987), prueba en la que se clasificarán 13º de la Scratch aplicando sistemáticamente su planteamiento en las antiguas pruebas de rallycross: conducción inmisericorde, sin piedad, sobre un vehículo que en teoría aguanta cualquier castigo sin inmutarse.
En 1976 el Campeonato del Mundo de Marcas languidecía. Los organizadores se agarraron a una clausula de la FIA que permitía hacer correr a diferentes Turismos (Ford Escort RS, Toyota Celica GT), Gran Turismos (Porsche Carrera RSR, Porsche 934) o prototipos locales (MGB GT V8) con los sofisticados Grupos 5 y Sport. Un batiburrillo de zoco oriental que se perpetuó durante varias temporadas.
En la imagen, las 6 Horas de Silverstone (Gran Bretaña, 1976), tercera prueba valedera para el mundial de la modalidad. El imponente Chevrolet Camaro Z-28 (Nº 22) del “ZIP-UP Racing Team” (motor V8 de 5.9 litros y casi 400 CV para 1.450 kilos), encomendado a Reine Wisell-Stuart Graham, rebasa por enésima vez a uno de los Turismos de relleno: un Ford Escort RS 2.0 (propulsor Cosworth BDG de 240 CV/850 kilos) conducido por los ingleses Tony Brennan-Arthur Collier, binomio que no cuentan con patrocinador oficial. Sin embargo, tras seis horas de competición al desgaste, los británicos finalizaban 9º de la General (1º en Turismos) mientras que la horrísona máquina americana se retiraba en la vuelta 64 prácticamente sin sistema de frenado.
Habitáculo en rojas ensoñaciones…
Cuentan las crónicas que más de 250.000 espectadores presenciaron la 49º Targa Florio (Sicilia, 1965), prueba puntuable para el Campeonato del Mundo que organizaba el Automóvil Club de Palermo sobre una distancia de 720 kilómetros (10 vueltas a un trazado de 72,0 km. por carreteras comarcales).
El departamento deportivo de Ferrari SEFAC alineó, entre otros modelos, tres biplazas 275 P2 (motores V12 de 3.3 litros, seis carburadores dobles Weber, 350 CV y 880 kilos) para sus unidades más señeras y competitivas: el milanés Giancarlo Baghetti (1934-1995) -en la imagen, y que formó equipo con el francés Jean Guichet- (abandonaban en la vuelta sexta por problemas eléctricos), Ludovico Scarfiotti-Mike Parkes (se retiraban en la 2ª vuelta por accidente al detentar el P2 una acusada inestabilidad) y, afortunadamente, una tercera “barchetta” confiada a los ídolos locales, Nino Vaccarella-Lorenzo Bandini, vencedores absolutos de una confrontación que desataría la catarsis entre los miles de tiffosis italianos amamantados en aquellos años por rojas ensoñaciones.