(Francia; 21,6 km. de desarrollo sobre tierra batida). No me he tomado el tiempo necesario para indagar sobre la identidad de la copilota que acompaña a Monsieur Mahan. Generalmente, como así sucedía hasta bien entrados los años 60′, los acompañantes, casi siempre anónimos, estaban considerados como lastres, contrapesos o figuras decorativas que exigían los reglamentos deportivos. Pero no cabe duda alguna que la señorita de la imagen aportó todo su coraje y estilo (tocado de la época incluido) por equilibrar al Morgan Cyclecar 1100 en los rápidos virajes de la prestigiosa rampa francesa. Mahan cuenta con un artefacto de tres ruedas concebido a caballo entre una motocicleta y un automóvil. Adapta un motor bi-cilíndrico de 1.100 c.c., pesa 350 kilos y desarrolla 45 CV. La señorita pone el resto… Cientos de constructores elaboraron unidades similares (3/4 ruedas) en la categoría denominada Cyclecar, bastión de elaboraciones mecánicas atractivas, discutibles, horrendas y, algunas, extremadamente competitivas como fue el caso de los Morgan,
Texto cedido por Antonio De Leon Evora