(Chasis 1075) que adquiría un palmarés prestigioso antes de su envejecimiento y posterior traslado a un museo americano: 6 victorias absolutas en 11 competiciones internacionales.
En la foto la tercera prueba que puntuaba para el Campeonato Internacional de Marcas (1968): las 6 Horas de Brands Hatch (“BOAC International 500″, como prefieran).
Brian Redman, formando equipo con Jacky Ickx, se adjudicaban la victoria absoluta (218 vueltas al trazado inglés) por tan sólo 22” de diferencia sobre el Porsche 907/2.2 de Gerhard Mitter-Ludovico Scarfiotti.
Dirigidos por el veterano John Wyer a través de su departamento oficial (“John Wyer Automotive Engineering”), los biplazas ya ostentan el patrocinio de la “Gulf Oil Company” por lo que las inyecciones económicas resultan atractivas y, además, generosas.
En Brands Hatch adaptan propulsores V8 de 4.7 litros alimentados por cuatro Weber dobles-48 y un peso en torno a los 995 kilos, escenificando Wyer casi un acertijo sobre los cuatro nuevos vehículos construidos para 1968: “Motores de 4.7 litros, por supuesto, susceptibles de alcanzar los 5.0 litros máximos con un arco potencial que comprenden los 390 CV, mínimos, y los 425 CV, máximos, según el tipo de prueba…”.
En todo caso, los Ford GT-40 marcaron un hito en la historia de los Sport-Prototipos. Una época irrepetible para toda una generación de aficionados a la fuerza bruta en un recinto asfaltado.
¡Irrepetible…!
Coalición de los Ford GT-40 (motor V8 de 4.7 litros, 390 CV a 6.500 vueltas y peso aligerado hasta los 960 kilos -chasis en “nido de avispa”-) dispuestos para la salida de las 24 Horas de Le Mans (1967). Todas las unidades poseen la parte posterior aerodinámicamente diseñadas (“cola larga”) para mejorar sus prestaciones en las rectas del circuito francés. El desafío que Ford lanzó (y provocó) a Ferrari resultó aplastante: los americanos se imponían en cuatro ediciones consecutivas (1966-1969), sobre diferentes versiones del GT-40, pese al cerrojo que los italianos intentaron desplegar, sin conseguirlo, a lo largo de cuatro campeonatos mundiales. En 1970, cuando la FIA cambió la reglamentación limitando la cilindrada máxima en los 3 litros, Ford abandonaba oficialmente el certamen de carreras de resistencia. En la imagen, en primer término, el Ford GT-40 MK.IV de los estadounidenses Dan Gurney-Anthony J. Foyt (dorsal Nº 1, vencedores absolutos de la prueba). Le preceden Bruce McLaren-Mark Donohue (MK.IV, 4º scratch), Ronnie Bucknum-Paul Hawkins (MK.IIB, retirados al fundir una biela), Lucien Bianchi-Mario Andretti (MK.IV, accidente), Dennis Hulme-Lloyd Ruby (MK.IV, accidente) y Frank Gardner-Roger McCluskey (MK.IIB, accidente). Todo un símbolo legendario de aquellos míticos prototipos americanos que hasta en el sonido de sus escapes, un ronquido ensordecedor, presagiaban amenazas para sus contrincantes.