Los Bizzarrini fueron unos prototipos italianos que nunca cuajaron a nivel deportivo. En la imagen, Antonio Nieri durante los ensayos preliminares del Gran Premio de Mugello (Italia, 1966), prueba en donde no se clasificará (en esta ocasión en solitario y sin formar equipo con Edgard Berney, su compañero de vicisitudes) por innumerables problemas mecánicos repetidos, una vez más, tras sus actuaciones en Monza, Le Mans, Targa Florio… De bella y estilizada silueta, el Bizzarrini de Nieri cuanta con un motor Chevrolet V8 de 5.3 litros “Corsa” (420 CV a 6.000 vueltas, provisto por la alimentación de cuatro carburadores dobles Weber y un peso -carrocería de aluminio- de 1.100 kilos). Un imponente prototipo de apariencia agresiva pero sumamente frágil. No obstante, estas unidades de competición se cotizan hoy día por encima de los 400.000 euros.
Texto información Antonio De Leon Evora.