(Adaptando un motor Ford V8 -proveniente del mítico Ford GT 40- de 4.7 litros y casi 400 CV)
El británico Paul Sears, un entusiasta de estas manufacturas británicas, ostentando una preparación mecánica del departamento, cuasi-oficial, de Rootes-UK. En nada tiene que ver con el prototipo -único- del tinerfeño Chicho Reyes (Sunbeam Tiger 289 4.7), preparado por Alan Fraser, que en un principio condujera Peter Harper hasta su última victoria: IV Circuito Puerto de la Cruz (1968). El veterano Sears compitió en diferentes pruebas del Campeonato de Gran Turismos-Sport de su país con un Sunbeam de aspecto agresivo (las modificaciones en la carrocería eran constantes) cuajando un importante palmarés en su categoría.
(“verdad”, en latín)
Trofeo Internacional de Gmünd (Austria, 1953)
Vehículos producidos por tres empleados de BMW tras concluir la II G.M. Su modelo más competitivo es el de la imagen, un Veritas-BMW Spider 2.0 de 1952 (motor proveniente del BMW 328 con 6 cilindros en línea, 135 CV y 550 kilos) del que se construyeron 22 unidades. En la fotografía, desarrollo de la carrera final del Trofeo Internacional de Gmünd (Austria, 1953), un circuito urbano de 3,4 km. al que había que circunvalar en 10 ocasiones. En primer término, tras el inicio de la prueba, se sitúa en cabeza Kurt Koresch (Nº 84) -Veritas-BMW Spider 2.0- talonado por Otto Mathé (Nº 88; Porsche 356/1.5) pero la prueba acababa por adjudicársela Mathé por delante de Koresch y de Franz Wurz (BMW 328/2.0)… Las escasas unidades del Veritas-BMW Spider 2.0 son hoy codiciadas piezas de coleccionistas con pedigrí.
Fue un piloto italiano especializado en pruebas de resistencia de carreteras y, como todos los de su generación, afectados por la Segunda Guerra Mundial. En 1938 se adjudicaba, por vez primera, las míticas 1000 Millas de Brescia y en 1939 la XV Coppa Acerbo (circuito de Pescara), ambas como volante titular de Alfa Romeo. El inicio del conflicto bélico terminará con las ilusiones de miles de deportistas, la suspensión de las carreras internacionales y el concepto de lo que, hasta entonces, era considerado como una actividad hermanada en la conjunción hombre-máquina. Finalizada la guerra, Biondetti vuelve a la Alfa Romeo (ver imagen) y en 1947 se adjudica su segunda “Mil Millas”, en compañía de Emilio Romano, sobre el bonito Alfa Romeo 8C 2900-B Berlinetta Touring, un armatoste de 1.150 kilos (a pesar de contar con una carrocería de aluminio), 8 cilindros en línea en un motor de 2.9 litros que arrojaban 225 CV a 5.200 r.p.m. La prueba (1.827 km.) se desarrolló bajo una lluvia intensa pero Biondetti cubría la distancia en 16 horas 16’39” soslayando a los tres Cisitalias 202 SMM 1100 oficiales, máquinas que se clasificaban a continuación (tomaron la salida 155 equipos y arribaron a Brescia un total de 54 vehículos). Al año siguiente, Biondetti es contratado por Ferrari y volverá a ganar las “Mil Millas” (1948 y 1949) sobre los modelos 166 Sport. Como colofón, el prestigioso volante italiano le concederá a Ferrari dos victorias en la Targa Florio (1948 y 1949)… Clemente Biondetti perteneció a una casta de pilotos veteranos, desencantados, que sufrieron las consecuencias de un conflicto armado que apagaron sus inquietudes de juventud.
“Monsanto”
Se desarrolló bajo una intensa ola de calor. El prestigioso periodista gráfico Bernard Cahier (1927-2008), fundador en 1958 del I.R.P.A. (International Racing Press Association) y uno de los profesionales más relevantes del automovilismo deportivo, ofrece de manera espontánea una botella de agua mineral al británico Harry Schell (B.R.M. P-25) como si se tratara de un avituallamiento ciclista… El sueco Jo Bonnier, a su lado, que ya ha tenido que abandonar en la vuelta 10ª al detectar su B.R.M. P-25 problemas de motor, contempla absorto el “repostaje”. Schell finalizará 5º de la General en una dura competición dominada por los Cooper-Climax de Stirling Moss y Masten Gregory.
Los Bizzarrini fueron unos prototipos italianos que nunca cuajaron a nivel deportivo. En la imagen, Antonio Nieri durante los ensayos preliminares del Gran Premio de Mugello (Italia, 1966), prueba en donde no se clasificará (en esta ocasión en solitario y sin formar equipo con Edgard Berney, su compañero de vicisitudes) por innumerables problemas mecánicos repetidos, una vez más, tras sus actuaciones en Monza, Le Mans, Targa Florio… De bella y estilizada silueta, el Bizzarrini de Nieri cuanta con un motor Chevrolet V8 de 5.3 litros “Corsa” (420 CV a 6.000 vueltas, provisto por la alimentación de cuatro carburadores dobles Weber y un peso -carrocería de aluminio- de 1.100 kilos). Un imponente prototipo de apariencia agresiva pero sumamente frágil. No obstante, estas unidades de competición se cotizan hoy día por encima de los 400.000 euros.