En la década de los años 60, en Europa, la proliferación de carreras internacionales reservadas a los Sport-Prototipos eran incontables. No eran valederas para el Campeonato del Mundo pero mantenían el status competitivo y, por ende, el prestigio solicitado. En 1968, como muestra, se corrían las 6 Horas de Barcelona (Montjuich), Trofeo de Las Dunas (Zandvoort), Circuito de Vila Real, G.P. Mugello, G.P. de Viena, G.P. de Las Naciones (Hockenheim), Copa Ciudad del Enna, 500 Kilómetros de Imola, G.P. de El Tirol, 1000 Kilómetros de Paris (Montlhéry), Trophy Solitude (Hockenheim), G.P. de Suecia (Anderstorp) o, como contemplamos en la imagen, las 200 Millas de Núremberg (Alemania). En el trazado de Norisring, en la vuelta 52, se produce un “choque de trenes”: Frank Gardner (Nº 1; “Sidney Taylor Racing”) colisiona su Lola-Chevy T-70 MKIII GT (motor V8 de 5.5 litros, 500 CV/820 kilos) contra Vic Elford (Nº 25; “Bill Bradley Team”) y el Porsche 910 (motor de 2.0 litros, 250 CV/610 kilos). A partir de entonces, ambos se clasificarán (distancia mínima invertida) en los puestos 16º (Gardner; con problemas, además, en la caja de cambios) y 17º de la General (Elford; incluyendo briznas de paja en la carrocería). Tras ellos, testigo de la colisión, Rico Steinemann (Nº 29; Porsche 910) que finalizaría 4º de la General tras David Piper (Ferrari 412-P), Dieter Quester (Lola-BMW T-110) y Jo Siffert (Porsche 910). Sin embargo, desde las sesiones de los entrenamientos oficiales, fue el solitario Porsche 908 oficial de Gerhard Mitter el dueño, señor y amo radical en Norisring hasta que en la vuelta 6ª se quedaba apeado de la competición teutona (embrague).
Texto informacion de Antonio De Leon Evora.