Foto conseguida de Yoshinori Komura

Última prueba internacional puntuable para el Campeonato de Japón de Velocidad y en la que tomaron parte varios pilotos americanos (por invitación expresa de los organizadores nipones) que competían en el Campeonato CAN-AM (Grupos 7), hicieron su debut las nuevas biplazas Toyota G-7, máquinas concebidas a semejanza de los campeonatos CAN-AM (USA) o INTERSERIE (Europa), es decir, propulsores V8/V12 de 5.0/7.0 litros y caballería, al menos, rusticana: 600/700 CV,,, Toyota (que suministró los motores) y Yamaha (que elaboró los chasis) se coaligaron, bajo la dirección del ingeniero Jiro Kawano, para presentar una réplica cuasi original de un Lola T-70 de la época. Homologado en Grupo 7, como sus parientes mecánicos americanos y europeos, el Toyota-7 (o Toyota G7) cuenta en un principio con un propulsor Toyota V8 de 3.0 litros (300 CV) regulado por una caja Aisin de 5 velocidades y un peso de 620 kilos. En 1969 se le adaptarán motores más potentes (600 CV) y, por consiguiente, las victorias (y los campeonatos nacionales) no darán tregua. En la imagen, en el circuito de Fuji, el japonés,Yukio Fukuzawa será el mejor clasificado entre los Toyota (4º) por delante de sus paisanos y compañeros de equipo Ohtsubo (5º), Hosoya (6º), Fushida (8º) y Kawai (9º), todos ellos clasificados aunque en clara desventaja técnica frente a la cohorte de invitados de ultramar: Peter Revson (1º; McLaren-Ford M6B), Sam Posey (2º; Lola-Chevy T-160), Jo Bonnier (3º; McLaren-Chevy M6B)… Pero los japoneses, mientras, tomando notas y fotografiando cada resquicio de los prototipos extranjeros.

Texto información de Antonio De Leon Evora

Resultados de la carrera