Prueba a disputar en la pista-aeródromo de Viena y puntuable para el Campeonato de Austria de Turismos (1969).
Admisión conjunta de vehículos homologados en los Grupos 2 y 5 para dilucidar 20 vueltas sobre un circuito extremadamente plano y muy deteriorado. Un total de 40 turismos en liza, destacando a la mitad de la formación de salida (ver imagen), en primer término, Karl Wendlinger (Nº 6; Fiat-Abarth 1000-TC de 110 CV/585 kilos en Grupo 2) acompañado por Erich Klepsch (Nº 16; Austin Mini Cooper S 1100 en Grupo 2) y Günther Wolf (NSU TTS 1000 de Grupo 2). Detrás, el explosivo NSU TT 1240 Proto (Grupo 5) de Markus Meisinger… La carrera se la adjudicaba Peter Huber (Ford Escort Twin Cam 1.6) terminando Meisinger, tras una espeluznante remontada, en el 5º de la General (1º en Grupo 5); Wendlinger sería 10º (1º en su Categoría -Grupo 2 -1.000 c.c.) mientras que Wolf se retrasaba por problemas mecánicos (15º)… Y a base de adjudicarse puñaditos de puntos en cada prueba como vencedor autoritario de su Categoría, Karl Wendlinger se alzaba con el Campeonato de Austria de Conductores de Turismos (1969), en Grupo 2, con el incipiente y casi inofensivo Fiat-Abarth 1000-TC.
Un espléndido biplaza Abarth 2000-Sport (especificaciones de 1969 con propulsor de 2.0 litros, 250 CV para 575 kilos) similar al del recordado piloto franco-tinerfeño Jean-Paul Raguet. En la imagen, durante la disputa de la XVIII Subida de Gaisberg (Austria, 1969), última prueba puntuable para el Campeonato de Europa de Montaña, vemos a un jovencísimo volante italiano (22 años), Antonio “Toni” Pelizzoni, que debutaba por vez primera como piloto oficial de Abarth. Hasta entonces, Pelizzoni había competido sobre unidades Alfa Romeo GTA 1.6 y Porsche Carrera-6 (semanas antes de la cita de Gaisberg se había adjudicado la Subida de Bassano-Montegrappa con el Porsche). Y poco más. Algunos medios informativos le auguraron un brillante porvenir y hasta se le llegó a considerar como un posible nominado para la Fórmula 1…Pero en Gaisberg, una mítica rampa que se disputaba desde 1925 sobre un torbellino de curvas peraltadas, rápidas y encadenadas, Pelizzoni, muy presionado por su responsabilidad, se salía de la carretera falleciendo en el acto. La prueba se la adjudicaba su compañero de equipo, Arturo Merzario (7’55”970), sobre una biplaza similar e idéntica en prestaciones, seguido por Michael Weber (Alfa Romeo 33; 8’08”280) y Josef Greger (Porsche 910 Prototipo; 8’11”880).
(Doble carburación Weber, 110 CV y 850 kilos)
El recordado “carrito de los helados” del gallego Carlos Arrojo (1941-2000), un popular piloto norteño que desarrolló su Fiat-Abarth 850-TC, con el paso de los años y por mediación de su preparador, Enrique Cuena, en un agresivo prototipo artesanal modificado por propulsores nacionales. En la imagen, Arrojo, copilotado por Julio Orozco, compite en el V Rallye Ciudad de Orense (1971), prueba puntuable para el Nacional de Rallyes. En esta ocasión, Cuena prepara el Seat 600-Proto 1.6 (doble carburación Weber, 110 CV y 850 kilos) que tan buenos resultados conseguirá el gallego a lo largo de la temporada de 1971: XXIII Vuelta a Santa Cruz (1º), por delante de Santiago Salido (Alpine A-110/1550) y Eladio Noguerol (Alfa Romeo GTA 1.6); Subida de Chantada (2º), Rallye de las Rías Altas (2º), Subida Barreiro (3º), Rallye “El Correo Gallego” de Vigo (4º), Subida Caabeiro (5º), Subida La Estrada (5º)… Meses después, a partir de 1972, el Seat 600-Proto contará con un motor de 2.0 litros proveniente del Seat 124/2000 FL-90 desarrollando 140 CV/910 kilos… Con respecto al Rallye de Orense (ver imagen), los Porsche 911-S de la Escudería Repsol (Eladio Doncel-Juan Antonio Conde y Alberto Ruiz-Giménez-Javier Bueno) se imponían al Alpine A-110/1600 de Bernard Tramont-Ricardo Antolín.