Uno de los miembros de la mítica saga familiar de los Walfridsson, el sueco Lars-Erik (1955), siempre ligado a Volvo como piloto titular y Campeón de Europa de Conductores de Rallycross (1980) a los mandos de un Volvo 343-Turbo (más de 300 CV sobre el pedregal).
Curiosamente, Lars-Erik Walfridsson disputó en 1987 varios rallyes belgas valederos para el Campeonato de Europa de Rallyes. Lo inició sobre un Renault 5 Turbo en el IV Rallye Wallonie (2º de la General) pero sustituyó la máquina francesa por el aparatoso Volvo 240-Turbo (soplado hasta los 320 CV capaz de impulsar una mole de 1.200 kilos) con el que se clasificaría 4º Scratch (XXVIII Rallye Omloop Van Vlaanderen) o 5º (XI Rallye Van Looi)…
En la imagen, Walfridsson y el monstruoso Volvo 240-Turbo -siempre copilotado por el belga Guy Briesen- afrontan el XVI Rallye Lotto-Haspengouw (Bélgica, 1987), prueba en la que se clasificarán 13º de la Scratch aplicando sistemáticamente su planteamiento en las antiguas pruebas de rallycross: conducción inmisericorde, sin piedad, sobre un vehículo que en teoría aguanta cualquier castigo sin inmutarse.
En 1976 el Campeonato del Mundo de Marcas languidecía. Los organizadores se agarraron a una clausula de la FIA que permitía hacer correr a diferentes Turismos (Ford Escort RS, Toyota Celica GT), Gran Turismos (Porsche Carrera RSR, Porsche 934) o prototipos locales (MGB GT V8) con los sofisticados Grupos 5 y Sport. Un batiburrillo de zoco oriental que se perpetuó durante varias temporadas.
En la imagen, las 6 Horas de Silverstone (Gran Bretaña, 1976), tercera prueba valedera para el mundial de la modalidad. El imponente Chevrolet Camaro Z-28 (Nº 22) del “ZIP-UP Racing Team” (motor V8 de 5.9 litros y casi 400 CV para 1.450 kilos), encomendado a Reine Wisell-Stuart Graham, rebasa por enésima vez a uno de los Turismos de relleno: un Ford Escort RS 2.0 (propulsor Cosworth BDG de 240 CV/850 kilos) conducido por los ingleses Tony Brennan-Arthur Collier, binomio que no cuentan con patrocinador oficial. Sin embargo, tras seis horas de competición al desgaste, los británicos finalizaban 9º de la General (1º en Turismos) mientras que la horrísona máquina americana se retiraba en la vuelta 64 prácticamente sin sistema de frenado.
Habitáculo en rojas ensoñaciones…
Cuentan las crónicas que más de 250.000 espectadores presenciaron la 49º Targa Florio (Sicilia, 1965), prueba puntuable para el Campeonato del Mundo que organizaba el Automóvil Club de Palermo sobre una distancia de 720 kilómetros (10 vueltas a un trazado de 72,0 km. por carreteras comarcales).
El departamento deportivo de Ferrari SEFAC alineó, entre otros modelos, tres biplazas 275 P2 (motores V12 de 3.3 litros, seis carburadores dobles Weber, 350 CV y 880 kilos) para sus unidades más señeras y competitivas: el milanés Giancarlo Baghetti (1934-1995) -en la imagen, y que formó equipo con el francés Jean Guichet- (abandonaban en la vuelta sexta por problemas eléctricos), Ludovico Scarfiotti-Mike Parkes (se retiraban en la 2ª vuelta por accidente al detentar el P2 una acusada inestabilidad) y, afortunadamente, una tercera “barchetta” confiada a los ídolos locales, Nino Vaccarella-Lorenzo Bandini, vencedores absolutos de una confrontación que desataría la catarsis entre los miles de tiffosis italianos amamantados en aquellos años por rojas ensoñaciones.
La bestia mecánica con garras aterciopeladas, casi inofensiva… En el Campeonato del Mundo de Marcas (1976), el BMW 3.5 CSL Turbo oficial (Grupo 5, “silueta”) del departamento de competición de la “BMW Motorsport” resultó descorazonador. El prototipo, de aspecto agresivo, desarrollaba 750/800 CV para 1.080 kilos. Pero se rompía con facilidad: Ronnie Peterson (en la imagen)-Gunnar Nilsson abandonaban (caja de cambios) en las 6 Horas de Silverstone mientras que en las 6 Horas de Dijon el vehículo se quedaba sin transmisión. Pese a no ser puntuable, la máquina tomó la salida en las 24 Horas de Le Mans, sumándose un nuevo abandono (bomba de la gasolina)…
Ante el desalentador panorama, los preparadores filiales (Alpina, Schnitzer o Hermetite-BMW Motorsport) optaron por concurrir con unidades BMW 3.5 CSL pero sin ayuda turbo-aspirada. Provista de la alimentación por inyección Kugelfischer, las máquinas ostentaban 480 CV para 1.050 kilos. De tal modo que en Silverstone los británicos John Fizpatrick-Tom Walkinshaw (“Hermetite”) conseguían la victoria absoluta, siendo 4º la unidad de “Alpina” aunque la de “Schnitzer” se retiraba por avería mecánica (pistón).
Rancheras, corridos o huapangos son interpretadas por un grupo de mariachis en honor de los hermanos mejicanos Rodríguez, Ricardo (izda.; 1942-1960) y Pedro (1940-1971). Resguardados por las gélidas temperaturas, acaban de adjudicarse la IV edición de los 1.000 Kilómetros de Paris (“Montlhéry”, 1961) sobre un Ferrari 250-GT SWB del equipo americano “North American Racing Team” (NART). Culminaríanla prueba parisina (129 vueltas) en 6 horas, 32’15”200 por delante de Willy Mairesse-Lucien Bianchi (“Ecurie Francorchamps”, 6 horas, 32’46”700) y -a una vuelta menos- Maurice Trintignant-Nino Vaccarella (“Scudería Serenissima di Venezia”), ambos equipos (también) sobre unidades 250-GT SWB. Nada menos que 14 vehículos Ferrari 250-GT SWB se inscribían en Montlhéry, clasificándose 10 de ellos entre las doce primeras posiciones de la General Scratch… Son “berlinettas” robustas (motores V12 de 3.0 litros con 280 CV y 1.160 kilos), fiables y merecedoras de un corrido mejicano.